jueves, 4 de septiembre de 2008

El Aparato Excretor

El aparato excretor es un conjunto de órganos encargados de la eliminación de los residuos nitrogenados del metabolismo, conocidos por la medicina como orina; que lo conforman la urea y la creatinina. Su arquitectura se compone de estructuras que filtran los fluidos corporales (líquido celomático, hemolinfa, sangre). En los invertebrados la unidad básica de filtración es el nefridio, mientras que en los vertebrados es la nefrona o nefrón. El aparato urinario humano se compone, fundamentalmente, de dos partes que son:

    • Los órganos secretores: los riñones, que producen la orina y desempeñan otras funciones
    • La vía excretora, que recoge la orina y la expulsa al exterior.

    Está formado por un conjunto de conductos que son:

    • Los uréteres, que conducen la orina desde los riñones a la vejiga urinaria.
    • La vejiga urinaria, receptáculo donde se acumula la orina.
    • La uretra, conducto por el que sale la orina hacia el exterior, siendo de corta longitud en la mujer y más larga en el hombre denominada uretra peneana.

    Histoanatomía del Aparato Urinario: Los Riñones
    La parte inicial y de mayor importancia que se encarga de la filtración de tejidos y ciertos fluidos, así como la eliminación de toxinas son los riñones que son órganos con forma de frijol, ubicados en el retroperitoneo sobre la pared abdominal posterior. El borde lateral es convexo y el medial es cóncavo. Sobre éste encontramos el hilio renal que conecta con el seno renal, una cavidad intrínseca en la que se sitúan los cálices renales. Los riñones pesan alrededor de 150 g, y llegan a medir en el individuo adulto hasta 3×6×12 cm (espesor, anchura y longitud), aunque hay una decreción de tamaño al llegar a la tercera edad.

    Este órgano es de vital importancia en la vida humana, y se utiliza ampliamente desde la etapa fetal hasta la expiración del individuo para su propia manutención. Excreta agua, productos nitrogenados, sales inorgánicas, ácido úrico, venenos y dióxido de carbono, como resultado del catabolismo proteico, regulando así la osmolaridad de los fluidos corporales, el balance de electrolitos, y de pH. En el riñón se produce la eritropoyetina y las glándulas suprarrenales la secretan hacia el torrente sanguíneo, estimulando así la formación de eritrocitos en la médula ósea, además de producir renina, calcitrol y prostaglandinas.


    Estructura del Riñón
    Topográficamente el riñón está cubierto por Cápsula Nefrótica.

    Cápsula Nefrótica.- cápsula de tejido conectivo colagenoso denso denominada que cubre los riñones.

    Sobre su borde medial se encuentra una incisura denominada Hilio Renal en donde podemos apreciar la salida de estructuras vitales como la arteria y vena renales y el uréter.

    La corteza presenta un aspecto rojizo oscuro granulado y rodea completamente a la médula renal enviando prolongaciones denominadas columnas renales que se injertan en toda la profundidad medular. La médula renal presenta el doble de espesor que la corteza y unas estructuras de color rojizo muy claro con forma de pirámides, denominadas Pirámides Renales, que se separan por las columnas renales. Las Papilas Renales se distribuyen cada una dentro de un cáliz menor en forma de embudo, tomando en cuenta que cada riñón humano posee 8 a 18 pirámides renales, existiendo también de 8 a 18 Cálices Menores, y de 2 a 3 Cálices Mayores.
    Desde un punto de vista histológico, en un corte sagital del órgano observaremos que el parénquima (porción celular) está compuesto por una corteza y una médula. En la médula aparecen unas estriaciones organizadas en forma piramidal. Estas pirámides son las denominadas Pirámides de Malpigio (o renales) que presentan un vértice orientado hacia los cálices (papilas) y una base que mira hacia la zona convexa del riñón. A partir de ésta surgen unas estructuras radiales, que también cuentan con una forma piramidal, con composición similar a la medular: son las Pirámides de Ferrein (o rayos medulares). El aparato urinario está muy relacionado embriológica y anatómicamente con el aparato genital, de tal manera que a ambos aparatos se les llama el aparato urogenital.


    El Nefron
    Es la unidad funcional renal en donde se forman los usuados. Cada nefrón comienza por un extremo ciego ensanchado, invaginado por un ovillo capilar, por lo que se forma una pequeña estructura redondeada denominada Corpúsculo Renal o Glomérulo de Bargmann. Desde ahí parten dos porciones denominadas la pars convulta que involucra al túbulo contorneado proximal; y la pars recta que se comunica con el túbulo distal a través del segmento delgado. Por lo tanto la parte recta del túbulo proximal, el segmento delgado y la parte recta del túbulo distal conforman al Asa de Henle.



    Vias Urinarias
    El viaje de la orina pasa desde las papilas renales hacia los cálices menores, y de ahí a los cálices mayores, la pelvis renal y mediante el uréter llegan a la vejiga en donde sirve de reservorio para la orina, con una capacidad normal de 500 ml, alcanzando su capacidad máxima de 1 L . De la vejiga atraviesa la uretra en donde es expulsada hacia el exterior del organismo, alcanzando una velocidad de 30 a 35 km/h cuando la vejiga se encuentra llena en su capacidad promedio, y cuando está en su máximo reservorio es expulsada a unos 50 km/h . Al atravesar la uretra peneana (en el varón) cabe mencionar que la orina es expulsada a mayor velocidad alcanzando en su cúspide máxima hasta unos 75 km/h, siendo proporcionada estas características expulsivas por la estructura de dicha uretra.
    La vejiga y los uréteres están revestidos por un epitelio de transición que sólo aparece en el recorrido de las vías urinarias excretoras, denominado en Urología como urotelio. En el uréter encontramos 3 túnicas denominadas como Túnica Mucosa, Túnica Muscular y la Túnica Adventicia.


    Inervacion del Sistema Urinario
    Las fibras nerviosas alcanzan el riñon siguiendo el plexo renal. Hay una red de fibras nerviosas que siguen con la arteria renal desde la aorta hasta el riñón. En el plexo renal, también puede haber cuerpos de células ganglionares; deben considerarse células emigradas de los ganglios aórtico y celiaco. La mayor parte de las fibras del plexo renal corresponden a la porción simpática del sistema vegetativo y provienen de las células de los ganglios celiaco y aórtico. En el plexo renal hay un número menor de fibras parasimpáticas. Provienen del nervio vago, cuyas fibras, para alcanzarlo, atraviesan el plexo celíaco sin interrupción.
    Las fibras nerviosas del plexo renal siguen las paredes arteriales y penetran en la sustancia del riñon. Penetran en los glomérulos para constituir en ellos amplias redes perivasculares. También pueden inervar el epitelio de los tubos contorneados, el epitelio de transicion de la pelvis, y las paredes de arterias y venas.
    Como tanto los riñones trasplantados, que carecen de inervacion, como los riñones in situ desprovistos de sus nervios, funcionan de forma practicamente normal, se podría decir que las funciones renales no dependen fundamentalmente de mecanismos nerviosos. Sin embargo, éstos la controlan hasta cierto punto. Es muy probable que la mayor parte de esta accion se ejerza por vía de las fibras simpáticas que terminan en los vasos sanguíneos.
    Impulsos aferentes siguen por los nervios del plexo renal, pues la sección de las fibras de este plexo suprime el dolor de origen renal. A lo largo del ureter hay fibras simpáticas y fibras parasimpáticas, pero no parecen guardar relacion particular con los movimientos peristálticos normales que se producen en la musculatura del conducto, ya que tales movimientos continúan cuando dichos nervios han sido cortados. Algunos de estos nervios llevan impulsos aferentes.
    La vejiga está inervada tanto por fibras simpáticas como por fibras parasimpáticas. Las parasimpáticas provienen de la porción sacra. Los ganglios terminales a los cuales van a parar dichas fibras se hallan en la propia pared vesical; por lo tanto, en cortes de vejiga, un estudiante puede alguna vez encontrar células ganglionares.


    Enfermedades del Aparato Urinario
    Cistitis

    Es la inflamación aguda o crónica de la vejiga urinaria, con infección o sin ella. Puede tener distintas causas. Los síntomas más frecuentes son: aumento de la frecuencia de las micciones, presencia de turbidez de la orina. La causa más frecuente de cistitis es la infección por bacteria gram negativas para que un germen produzca cistitis primero debe de colonizar la orina de la vejiga (bacteriuria) y posteriormente producir una respuesta inflamatoria en la mucosa vesical. A esta forma de cistitis se le denomina cistitis bacteriana aguda. Afecta a personas de todas las edades, aunque sobre todo a mujeres en edad fértil o a ancianos de ambos sexos. Otras formas de cistitis son la cistitis tuberculosa (producida en el contexto de una infección tuberculosa del aparato urinario), la cistitis química (causada por efectos tóxicos directos de algunas sustancias sobre la mucosa vesical, por ejemplo la ciclofosfamida), la cistitis glandular (una metaplasia epitelial con potencialidad premaligna) o la cistitis intersticial (una enfermedad funcional crónica que cursa con dolor pélvico, urgencia y frecuencia miccional).